En la nueva etapa iniciada en 2012 con la elección de Xi Jinping como secretario general del Partido Comunista de China, el país se propuso tener una participación más activa en el manejo de los problemas internacionales y regionales y asumir una mayor responsabilidad en el mantenimiento de la paz y la estabilidad en el planeta, sobre todo cumpliendo sus compromisos como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU.
El “Sueño Chino”, concepto que se le ha dado al plan de desarrollo nacional para el siglo XXI necesita de un ambiente internacional pacífico en el que China aspira a jugar un papel significativo
En este ámbito es de principal preocupación la situación en la península coreana para lo cual China está haciendo un esfuerzo superior a fin de lograr la desnuclearización de ese territorio.
De la misma manera, se planteó asumir una presencia más diligente y directa en la lucha contra la piratería en el Golfo de Adén, para asegurar las vías marítimas internacionales y se ha comprometido a contraer una mejor y más elevada representación en las fuerzas de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas, para lo cual por primera vez envió un contingente a Mali a fin de contribuir a la pacificación de ese país.
En particular en este tema, hasta 2012 China había participado en 22 operaciones de mantenimiento de la paz, enviando más de 20 mil soldados, de los cuales 9 fallecieron en el cumplimiento de la misión. En 2014, China participó en diez eventos de este tipo, con 1.851 soldados, siendo el mayor contingente entre países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU.
Respecto de la situación en Palestina, seguirá promoviendo los esfuerzos para buscar una salida negociada al conflicto con Israel, rechazando y condenando con firmeza al terrorismo.
China considera necesaria una reforma y mejoras al sistema internacional, apegando su actuación a la Carta de la ONU, al derecho internacional, defendiendo inequívocamente la soberanía nacional, oponiéndose a la interferencia en los asuntos internos de los países y a la búsqueda de la hegemonismo por cualquier actor internacional.
Como firme defensor de los principios fundamentales del derecho internacional y las normas que rigen las relaciones internacionales, China ha concertado más de 23 mil tratados bilaterales, ha participado de más de 400 tratados multilaterales y se ha adherido a todos los organismos especializados de la ONU y a la gran mayoría de las organizaciones intergubernamentales.
“China le concede máxima importancia al grupo BRICS, a partir de la consideración de que está formado por países que apuntan a una corriente de desarrollo pacífico para el beneficio mutuo y un provecho común sobre la base de la creación de un nuevo modelo de relaciones internacionales.”
Así mismo ha establecido diversas formas de asociación con 75 países y cinco organizaciones regionales. En particular, China ha establecido altos niveles de participación y cooperación con Unesco, FAO, PNUMA, Unicef y OMS.
Además de la ONU, la diplomacia china presta particular atención a su participación en organismos multilaterales como el Grupo de los 20 (G-20), el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y sobre todo la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia (ASEAN), BRICS y la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS); coadyuvando de esa manera al proceso de multipolarización del sistema internacional y mejora de la gobernanza mundial.
China le concede máxima importancia al grupo BRICS, a partir de la consideración de que está formado por países que apuntan a una corriente de desarrollo pacífico para el beneficio mutuo y un provecho común sobre la base de la creación de un nuevo modelo de relaciones internacionales. China considera que los BRICS deben asumir una posición integracionista orientada a crear un novedoso sistema de administración económica mundial.
Para el presidente Xi Jinping, los BRICS deben fomentar la construcción de una asociación de desarrollo global que promueva la prosperidad conjunta de todos los países en una época de globalización económica en la que este conglomerado de países emergentes debería trabajar a favor de toda la humanidad.
La consolidación de la cooperación entre los países miembros de BRICS es una prioridad de la diplomacia china, trabajando para inyectar mayor vitalidad a su crecimiento económico, incrementando sus logros, haciendo mayores contribuciones a la paz del planeta. Igualmente, para China, la OCS es parte importante de sus prioridades en materia internacional, toda vez que esta organización está encaminada a establecer mecanismos de cooperación en materia de seguridad, cooperación y beneficio mutuo
China considera que la OCS se debe enfrentar a las “tres fuerzas” que amenazan la paz: el terrorismo, el separatismo y el extremismo, además del tráfico de drogas y el crimen transnacional, que son retos que se deben afrontar en conjunto para lo cual propuso mantener el “Espíritu de Shanghái”, es decir, mantener de la confianza recíproca, el beneficio mutuo, la igualdad, la cooperación, el respeto a las diversas civilizaciones y la búsqueda del desarrollo común.
Esta propuesta fue formulado por el presidente Jiang Zemin (1993-2003) en la Cumbre fundacional de la OCS en junio de 2001 e incorporada a la declaración sobre el establecimiento de la Organización.
Así mismo, China ha establecido como prioridad de su política exterior —en conjunto con algunos países del entorno— luchar por la estabilidad y la seguridad regional, prestando especial interés a la situación de Afganistán, país al que se debe apoyar en su proceso de reconciliación nacional. De igual manera, desarrollar la cooperación pragmática a lo largo de la Ruta de la que debería servir de eje en la cooperación entre ellos.
La OCS se propondrá también coordinar la cooperación en materia energética, estableciendo una relación oferta-demanda estable a fin de garantizar la seguridad energética de los países miembros, mecanismo que igualmente debe operar en lo referido a la seguridad alimentaria. Finalmente, la OCS debe trabajar para intensificar los vínculos entre los pueblos y las culturas de sus integrantes, ampliando la cooperación en materia de turismo, cultura, educación, cine, televisión, salud y deportes.
En este contexto, el primer mes de este año 2024 estuvo marcado por múltiples mediaciones de China entre distintos países o grupos del mundo. Tras los bombardeos que se produjeron en la frontera entre Irán y Pakistán que dejaron un saldo de 12 muertos, hubo una rebaja de las tensiones gracias a una exitosa intermediación de China y Arabia Saudita.
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Esta mediación es, sin dudas, consecuencia del restablecimiento de las relaciones entre Arabia Saudita e Irán gracias a las negociaciones lideradas por China. Por otro lado, el ejército de Myanmar acordó un alto el fuego inmediato con una alianza de grupos armados étnicos tras algunos enfrentamientos en las cercanías de la frontera con China, se produjo un acuerdo entre las partes en conflicto, también con mediación de China.
De igual manera, durante la realización del Foro de Davos, el propio presidente de Ucrania Volodímir Zelenski pidió a China que intermedie en un futuro proceso de paz con Rusia. Así mismo, Estados Unidos solicitó a China su intermediación en el conflicto del Mar Rojo con el movimiento Ansar Allah de Yemen. El canciller chino, Wang Yi, y el asesor de seguridad nacional estadounidense, Jake Sullivan, se reunieron en Tailandia para avanzar sobre este tema
En la situación creada tras el estallido del conflicto entre Israel y Palestina el 7 de octubre y la posterior invasión sionista a gaza, China ha abogado por la solución de dos Estados (en línea con los países árabes), la creación de un Estado palestino independiente y por una hoja de ruta concreta para una conferencia internacional de paz. También ha dado un nuevo paso al pedir por la membresía plena de Palestina en la ONU.
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La activa diplomacia de paz de China ha llevado a que en el transcurso de este año que comienza, el ministro de Relaciones Exteriores Wang Yi haya visitado siete países de dos continentes, en solo 7 días: Brasil, Togo, Jamaica, Egipto, Túnez y Costa de Marfil. Este intenso viaje marca una agenda diplomática china direccionada hacia los países del Sur Global, con especial atención a África.
También durante el mes de enero el G77 celebró la 3° Cumbre del Sur en Kampala, Uganda. China coopera y participa con este bloque desde los años ‘90, y en la cumbre el vice primer ministro chino, Liu Guozhong dijo que el «ascenso colectivo» de los países del Sur es «imparable», pero el impacto del viejo «orden económico y político internacional permanece» asumiendo un compromiso firme y prioritario con el desarrollo de los países del sur tal como se señala en el documento regulador de la política exterior de China para el cumplimiento del “Sueño Chino”
